Me prohibí contarte tantos sueños,
en que llegabas descalza y en silencio,
y te abrigaba en el chal de mi esperanza
como un grano de arena en una sábana de noches
bañada de recuerdos,
de un mar salado combatiendo con el viento
envuelto en el remolino de tu pelo,
enmarañando secretos
siento dormir mi ser
en un abismo de sueños …
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