viernes, 28 de mayo de 2010

Nada Personal

Iba a decirte que te quiero, que te pienso y que quiero conocerte más.
Iba a decirte que te necesito, que me siento mal sin ti, que me siento sola.
Iba a decirte que me molesta no verte todos los días.
Iba a decirte que me encandilas, que me excitas, que me calientas, que me provocas.
Iba a decirte que te recuerdo, que te imagino.
Iba a decirte que cuando camino por la calle siento montones de olores, y que la mayoría de ellos me recuerdan a ti.
Iba a decirte que cuando leo algo voy relacionándolo todo contigo.
Iba a decirte que me molesta saber que existes, y que andas por ahí sin mí.
Iba a decirte que es insoportable que no estés aquí.
Iba a decirte que te vinieras para acá.
Iba a decirte que me avergüenza decir estas cosas.
Iba a decirte que emborracharme es mucho más fome cuando no estás.
Iba a decirte que me fascina el recuerdo de tu espalda.
Iba a decirte que me parece que sin ti nada de esto tiene demasiada importancia.
Iba a decirte que sería mucho mejor saber que te voy a ver en el corto plazo.
Iba a decirte eso, y un montón de otras cosas.
Iba a decírtelo varias veces.
Pero me di cuenta que, tanto como te lo puedo decir a ti, se lo puedo decir a un montón de otras gentes.
Pero me di cuenta que puedo decirle muchas cosas a mucha gente.
Pero me di cuenta que si estuvieras disponible para mí, no iría.
Pero me di cuenta que nada tiene demasiada importancia, de una u otra forma.
Pero me di cuenta que me fascina el recuerdo de un montón de espaldas, y de abdómenes, y de omóplatos, y de ombligos.
Pero me di cuenta que cuando estás todo es igual de fome.
Pero me di cuenta que no me gustaría nada que invadieras mi espacio.
Pero me di cuenta que todo es insoportable.
Pero me di cuenta que me molesta que mucha gente ande por ahí sin mí.
Pero me di cuenta que cuando leo todo se va relacionando con todo.
Pero me di cuenta que hay muchos olores que me recuerdan a mucha gente.
Pero me di cuenta que pienso en mucha gente, que recuerdo a mucha gente, que imagino a mucha gente.
Pero me di cuenta que me avergüenzo hasta de mi inconsciente.
Pero me di cuenta que vivo encandilada, excitada, caliente y provocada.
Pero me di cuenta que me molesto todos los días.
Pero me di cuenta que amo a muchos hombres y mujeres, que a casi todo el mundo quiero conocerlo más.
Pero me di cuenta que necesito a mucha gente, que me siento mal casi siempre.
Pero me di cuenta que igual me voy a sentir sola.
Y me di cuenta que a ti igual quiero decírtelo.
Y, además, te voy a decir que es raro que, habiendo tanta gente en todas partes, yo quiera decirte esto sólo a ti.
Y voy a terminar diciéndote que me da lo mismo sonar así de melosa.

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